lunes, 11 de febrero de 2013

LIBERTAD EN LA PREDICACIÓN


LA LIBERTAD DE LA PREDICACIÓN


Debemos comprender que existen diferentes tipos de públicos y Nunca se  sabes que es lo que va a pasar a la hora que estés predicando. Quizá hayas dedicado tiempo suficiente para la preparación de tu mensaje, y has buscado la dirección de Dios a través de la oración. Que es lo correcto que se debe hacer, pero debemos ser notorio que debemos anticiparnos al carácter y comportamiento de las diferentes congregaciones y esto conviene decir que depende de la región, lugar o cultura  en donde des tu predicación.

Me entenderás cuando te expreso una experiencia en la cual tuve que predicar con traje y corbata en lugar en donde la temperatura son elevadas, en donde quitarte el saco o liberarte un poco la corbata es tan peligroso que los hermanos son capaces de bajarte del pulpito, pareciera una exageración, pero hay congregaciones en donde no se puede predicar con camisa de manga corta, si notamos este público está regido a normas de tradición cerrada pues creen ofender a alguien, cuando la congregación la dividen en dos secciones, a tu derecha del pulpito tendrá una sección de solo mujeres separadas de los hombres por el espacio de un par de metros y a tu derecha veras desde el pulpito a solo hombres, pero no se pueden sentar hombre y mujeres en el mismo lugar y  si no se someten a estas reglas, alguien vendrá y te  avergonzara pero como estas invitado a predicar te es necesario, no salirte de las normas de la congregación y como  siempre te recomiendo solicitar información de todos estos eventos porque te sentirás mas libre al subir a un pulpito en donde nunca has estado.

Pero ahora surge otro elemento, va llegando ese momento en que tienes que presentarte ante el público y dices: ¿qué hago?  ¿Será que hago leído el mensaje que he preparado? O ¿qué hago?, siento que se me están yendo las ideas.

Lo primero que voy a recomendarte en este artículo es que tengas Calma y Confianza, serenidad, respira profundo, si es posible acompáñate de un vaso de agua, pues no ofenderás a Dios con eso, solo te ayudara a retomar impulso, tomar confianza seguir adelante refrescar tu aliento y mucosas pues obvio que se te resecan los labios y es natural cuando se habla demasiado.

Es muy común en nosotros sentir un poco de nerviosismo, eso te hace vulnerable para estar consciente que necesitas ayuda de Dios y aunque de estoy motivando seguridad esto no implica que te sientas autosuficiente pues tienes un regalo de Dios  UN DON inmerecido tal vez pero lo cual luchaste y solicitaste en su debido tiempo pero es allí donde debes de recordar que es Dios quien va a obrar en ti por medio de su Espíritu Santo. Porque  no hablaras de tu propias palabras mas es con la guianza del Espíritu de Dios, porque si no es así, entonces serás solo un hablador mas  en el pulpito entrenado como un orador, mas no como un verdadero predicador.

“Sé Libre, Al Predicar La Palabra De Dios”


El elemento de la libertad es absolutamente importante. La Predicación debiera estar siempre sometida al Poder y al Control del Espíritu Santo, y no sabes lo que puede llegar a ocurrir. Por lo tanto, sé siempre libre. Pueda parecer contradictorio a lo que te he dicho en otros artículos acerca de que debes prepararte cuidadosamente para Predicar La Palabra de Dios, pero no lo es en absoluto.

De pronto te darás cuenta de que El Espíritu Santo que te ha ayudado en tu preparación puede ayudarte ahora en el preciso momento en que estés frente a tus oyentes predicando el mensaje, y que lo hace de una manera enteramente nueva para ti, y descubrirás cosas que no habías visto mientras estabas preparando tu mensaje, me comprenderás cuando suceda, por eso cuando las cosas te salgan muy bien da gloria a Dios y no seas orgullos mantente humilde y si tienes el éxitos en la predicación, tu sabes de donde obtuviste este éxito. 

Cuando estés predicando, y si te has preparado, a tal grado que ya no necesitas estar leyendo el bosquejo de tu predicación, te darás cuenta de algo tan importante y es, que va a ver una conexión entre tú y tus oyentes. Y si a eso le sumas que entre tus oyentes hay hombres y mujeres de Dios llenos del Espíritu Santo, esa misma conexión te va a llevar a otro nivel en tu predicación y es la de sentirte libre, y dejar que el Espíritu Santo te use como un instrumento para que la palabra haga la obra en los corazones.
Deja que Dios use tu boca, tus manos, tus pies, tus ojos, en general que Dios use todo tu cuerpo. Por ello es tan importante tu vida en comunión con Dios.

Cuando estas frente a tu público, ese ya no es momento de estar angustiado por pedirle la dirección a Dios, y no que no lo debas hacer, pero eso tu ya los has hecho, y lo haces siempre.

Mi consejo de hoy es, que si constantemente te llenas de su Palabra y te has preparado para predicarla, Siéntete Libre al Poder de Su Espíritu, y él ha de usarte para su gloria y honra.

Que Dios bendiga Siempre tu Vida y Ministerio no dejes de estudiar y de predicar y si te dicen que no eres bueno o sientes que no lo eres, lee Lucas 11: 9

Paz a ti
Iglesia de Dios