domingo, 16 de septiembre de 2012

principios en una Exposición de la Palabra




 PRINCIPIOS EN LA ENSEÑANZA DE EXPOSICIÓN DE LA PALABRA DE DIOS



En este punto me gustaría presentarles los 6 principios vitales que son extremadamente importantes, particularmente en la enseñanza de exposición. Recuérdelos y trate de cubrirlos siempre que presente la Palabra de Dios.

1. Claridad

Asegúrese de que su comentario es comprendido con facilidad. No intente ser demasiado profundo y misterioso. La finalidad de la predicación expositora efectiva es convertir los pasajes pertinentes en algo tan fácil de comprender como sea posible.

No intente ser deslumbrante, ni airear su conocimiento. Trate de compartir el Pan de Vida de manera que toda su audiencia pueda seguir fácilmente el énfasis que está haciendo.

2. Consistencia

Haga que sus comentarios tengan consistencia con el tema que usted está exponiendo. Evite la tentación de vagar por varios caminos desviados que se le puedan ocurrir. El mantenerse fiel a su tema, lo refuerza en las mentes de su audiencia. 


No tema hacer alguna repetición. Cierta cantidad de ésta es necesaria a fin de fijar una verdad en los corazones de la gente.

3. Coherencia

"Adherirse" significa unirse. Por lo tanto, asegúrese de que sus pensamientos tienen una unidad o coherencia clara. Una persona que habla con incoherencia, es aquella cuya predicación carece de tanta unidad, que apenas es posible comprender lo que está diciendo.

Deje que la expresión de sus pensamientos tenga una unidad obvia. No vague de pensamiento en pensamiento. Sea claro y conciso. Asegúrese de que sus pensamientos tienen relación y están bien unidos, sosteniéndose y complementándose mutuamente.

4. Continuidad

También tendría que haber una progresión clara del pensamiento. Sus afirmaciones deben estar moviendo continuamente a su audiencia hacia el objetivo propuesto. Cada punto deberá seguir claramente al anterior. Sus comentarios deben fluir libremente de un texto al siguiente con unidad, correspondencia y progresión claras. Siga progresando paulatinamente hacia su meta final.

5. Conciso

Procure ser breve. Es mucho mejor dejar a su audiencia con el deseo de que usted continúe, que con el deseo de que hubiera terminado veinte minutos antes. Evite la tentación de hablar por hablar. No adquiera el hábito de divagar. Un buen ejemplo de consejo fue ofrecido una vez a los predicadores de esta forma:

¡PÓNGASE DE PIE! ¡HABLE! ¡CÁLLESE!

5. Comprensivo

Este punto aparenta contradecir el anterior, en el cual, aconsejé la brevedad. Se trata de cubrir el tema tan plenamente como sea posible. Pero no hay contradicción.

Es ciertamente posible y deseable cubrir un tema completamente y a la vez tan brevemente como sea posible.

Ser comprensivo no requiere hablar tantísimo que su audiencia se canse del sonido de su voz. ¡Trate de unir las dos!

6. Concluyente

Aquí está el punto más importante. ¿Cuál es la conclusión de todo lo que usted ha dicho? ¿Cuál es el resultado final? ¿Qué conseguirán sus palabras?

La conclusión deseada debería dominar su mente desde el comienzo. Deberá estar moviéndose incansablemente hacia ella. Desarrolle su ministerio en fe, esperando que Dios cumpla su objetivo deseado. Recuerde que no es responsabilidad suya lograr el resultado deseado. Esa es la tarea de Dios. Usted debe seguir mirando a Dios, no a la gente. Espere confiadamente en que Él otorgue el crecimiento.
Formando Lideres con Valores, Gamaliel Strada

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